jueves, 31 de julio de 2008

Concha Buika, vida vivida


Conocí a Concha Buika en una entrevista que le hizo Jesús Quintero, y quedé impactada por la sabiduría de esta cantante, que llegó a España desde Guinea Ecuatorial y creció entre gitanos. Su música, que mezcla el flamenco, el jazz y la copla, procede de lo más hondo de su alma.

Desde aquella entrevista, a modo de imán, encuentro, a menudo, textos, canciones y comentarios suyos que siempre me aportan algo nuevo. Creo que es una de esas personas que hace unos años hubieran pasado inadvertidas para mí, pero que hoy día no permito que se me escapen.

Pensaba hace un rato en lo efímero de la vida, en la impermanencia, y en la necesidad de despojarnos de apegos para vivirla verdaderamente. Recordaba algo que leí hace tiempo, no sé ahora dónde, que venía a decir que teme morir quien teme vivir, que sólo le teme a la muerte quien le teme a la vida. Quien no ha visto sus deseos satisfechos, quien no ha experimentado y explotado lo mejor de sí mismo, el que no ha desarrollado su potencial, aquél que se siente frustrado por no haber visto cumplidos sus sueños, o tal vez ni siquiera haya llegado a preguntarse por ellos… seguro que a esa persona le duele más irse de este mundo.

Hace un rato, ha caído en mis manos nuevamente una entrevista a esta mujer, en la que respondía así a la pregunta “¿Qué ha descubierto últimamente?”:

“He descubierto que hay más vida dentro de las personas de la que se atreven a vivir”.

miércoles, 30 de julio de 2008

¿Qué hacer con tanto dolor?

Ayer experimenté mucho dolor. Murió una prima joven, a quien, a pesar de no ver regularmente, quería mucho. Bondadosa, inteligente, activa, alegre, atenta, educada, fuerte... Supo disfrutar de la vida entre el goteo de sufrimiento, y aprendió, en los últimos años de adversidad, a saborear cada momento, como si fuera el último. Nos mantuvo a todos en la esperanza, desde el inicio de su enfermedad, porque su poder de recuperación, sus ganas de vivir y su ímpetu y capacidad para guiar a cuantos tenía a su alrededor podían más que su mal. Ha sido un ejemplo de entereza, de fuerza y de lucha, como tantos otros que, en las mismas circunstancias, merecen nuestra admiración. Ella descansó, y aquí nos ha dejado la pena de su ausencia.

¿Qué hacer con tanto dolor? Sólo una palabra, aunque cueste: aceptación.

El grado de sufrimiento de los que nos quedamos con la pérdida depende del grado de resistencia a lo que nos está tocando vivir. Lo que sucede, es lo que es. Dejar que sea, aceptarlo, sin rebeldía... nos libera de mucho sufrimiento, que procedería de querer cambiar lo imposible. Acatar el momento de dolor, sentirlo, sin escaparse de él, produce un efecto relajante, que hace más llevadera la circunstancia, por grave que sea en el mundo exterior. Escribo esto como terapia propia y para quienes tienen que soportar la pérdida en su día a día, después de haber acompañado fielmente a quien ven marchar. Aceptar es lo único que puede reducir la tensión que ocasiona la frustración por conseguir cada despertar lo imposible.

A veces, el presente es terrible, pero hay que quedarse en él, todo lo contrario a lo que hacemos en nuestra vida cotidiana. Como indica Tolle, mientras que solemos vivir en el pasado y en el futuro, haciendo visitas al presente, debemos vivir en el presente, sea del cariz que sea, y realizar visitas al pasado y al futuro, sólo para resolver o planear los aspectos prácticos de nuestra vida.

Aceptación, no resistencia, quietud, paz.

Descansa en paz, querida Bego. Antes de irte, tú ya estabas con Dios.

lunes, 28 de julio de 2008

La atención


“El aburrimiento es falta de atención”.

Fritz Perls (especialista en terapia Gestalt)

viernes, 25 de julio de 2008

PINCELADAS LITERARIAS



“Imaginemos a alguien de unos cuarenta años que, con cualidades como escritor (sin él saberlo), decide hacer un curso de escritura creativa. De pronto se reencuentra consigo mismo y vuelca, en cada ejercicio y exigencia del curso, toda la fuerza creativa y profunda acumulada durante años, descubriéndose como escritor, dando expresión a una vocación hasta entonces casi dormida...”.

Con este párrafo, comienza la reseña de su libro, Pinceladas literarias , mi amigo Blas Cubells . Le conocí a través de sus comentarios en un foro literario virtual, y enseguida me di cuenta de que tenía mucho que expresar a través de este mágico mundo de las palabras. Pinceladas literarias no es únicamente una secuencia de textos ajustados al temario de un taller de escritura creativa, del que partió la obra, sino también un magnífico ejercicio de introspección, imaginación, descripción y análisis de la vida en profundidad, a través de una narración ágil, y una presentación de personajes y situaciones que Blas nos muestra con maestría y sensibilidad.

Para los interesados en el aspecto técnico de la obra, y que no tengan posibilidades de seguir un taller literario en vivo, su estructura sigue el orden de uno de ellos: un enunciado al que le sigue el ejercicio correspondiente, considerando, a lo largo de todo el texto, los distintos aspectos que puede abarcar una novela.
Podéis descargaros la obra gratuitamente, o comprarla, si preferís el papel, en http://www.bubok.es/, una nueva manera de publicar, extraordinariamente descrita por Alberto Vázquez Figueroa en el vídeo que os recomiendo veáis y escuchéis, alojado en esta página de Bubok.

miércoles, 23 de julio de 2008

Reclamo de amor


“Las personas más difíciles de amar son las que más lo necesitan”.
Esta es una frase extraída de la película El guerrero pacífico. Necesitan amor, pero reaccionamos ante su conflictividad o huimos de ellas, porque no entendemos ese lenguaje. Quien te hace sufrir (o dejas que te haga sufrir), el que tiene cara de pocos amigos (o le ves esa cara), quien te pone zancadillas (o dejas que te las ponga), aquél que saca a flote tus “defectos” (o permites que lo haga), quien intenta aislarte (o dejas que te aísle), quien se aprovecha de tu generosidad (o consientes que lo haga), quien te falta el respeto (o permites que te lo falte), quien proyecta en ti sus problemas (o te pones como su “blanco”)... Ese ser que te parece frío y duro... es débil; sólo está pidiendo amor. Lo pide porque no lo siente dentro de sí.

Dicen que la infancia es el patio en el que jugamos el resto de nuestra vida. Puede que otras personas inconscientes le hayan hecho daño desde niño; tal vez no haya vivido en las circunstancias apropiadas para sentir respeto por sí mismo; quizás le hayan reprochado demasiadas cosas; probablemente no recibió nunca una caricia, o también es posible que le facilitaran tanto la vida que se convirtió en un tirano. De cualquier forma, sólo está pidiendo amor, el que nunca tuvo.

Ahora bien, llegados a la edad adulta, creo que todos tenemos capacidad para discernir lo que está bien y lo que está mal y actuar en consecuencia, aún tendiendo a la inconsciencia. Claro que es muy difícil imitar conductas conscientes si no hemos tenido referencia de ellas, pero sí tenemos la opción de aprenderlas por nuestra cuenta. Sin embargo, muy pocos de los que reclaman amor están dispuestos a comenzar por dárselo a sí mismos. Amarse requiere primero conocerse y perdonarse, un ejercicio de autoanálisis y humildad que no todo el mundo está decidido a realizar. Trabajar sobre esas agraviadas emociones, sobre esos patrones de dependencia y despotismo requiere valentía y esfuerzo. A simple vista, parece menos costoso pedir amor vestido de intransigencia.

Puede darse el caso de que quien reclama el amor de esa manera capte la generosidad y la entrega de la otra persona, y llegue a cumplirse el “donde no hay amor, pon amor y encontrarás amor...”, pero puede que sea tal el arraigo de la intolerancia y la dificultad para reconocer lo que no sabe manejar que llegue a confundir el amor generoso que se le otorga con sumisión. “No se debe intentar contentar a los que no se van a contentar”, dice una cita de Julián Marías. En el segundo caso, me remito a lo que escribí en mis primeros mensajes sobre el perdón y la distancia.

lunes, 21 de julio de 2008

La mente crea los problemas

"No se trata de resolver tus problemas. Más bien se trata de que te des cuenta de que no hay problemas. Solo hay situaciones, situaciones que han de ser afrontadas o que han de dejarse como están y aceptarse como parte de la "cualidad" de este momento hasta que cambien o puedan tratarse de algún modo.
(...)

Si te has encontrado alguna vez ante una grave emergencia, en una situación de vida o muerte, ya sabes que no supuso un problema. La mente no tuvo tiempo de hacer tonterías, de convertir esa situación en un problema. Ante una verdadera emergencia, la mente se para, estás totalmente presente en el ahora y algo infinitamente más poderoso asume el control.

(...)

La mente crea los problemas, que necesitan tiempo para sobrevivir. No pueden sobrevivir en la realidad del ahora... ".

(E. Tolle)

viernes, 18 de julio de 2008

"La juventud quiere ser estimada más que instruida" (Goethe)

Va por ti, becario del blog :-)

Hace unos días llegó una becaria a la empresa en la que trabajo. Una de las cosas que le dije fue que quería que se divirtiera, que aprendiera y que nos ayudara. Lo dije espontáneamente, sin pensarlo; no había estrategia en ello, pero luego me di cuenta de que podría haberla habido, porque si se divertía y aprendía... seguro que nos ayudaría.

Recuerdo mis primeros días de trabajo, hace ya “la tira” de años, también como becaria, como si fuera ahora; estaba expectante ante la mirada y las palabras de los que ya estaban allí; analizaba cada circunstancia, le dabas mil vueltas a todo y trataba de dar lo mejor de mí. Había llegado el momento en el que se me iba a medir por mi rendimiento, por mis capacidades y mi comportamiento con relación a otras personas y situaciones, desde un punto de vista muy distinto del que se me había exigido hasta entonces. En casa contaba, en cualquier caso, con el cariño y la protección de la familia, y en mi ciclo de estudiante se me valoraba prácticamente por mis conocimientos.

En fin, por entonces, lo sentía como una prueba integral de mi personalidad y habilidades y “a pecho descubierto”. En ese momento, te marcan, sobre todo, quienes, sin conocerte, te tratan por quien eres, la persona, más que por lo que desempeñarás, la empleada. Sentirte atendida en ese sentido te estimula y te aporta parte de la seguridad que necesitas en esa etapa de cambio.
Cada uno debe ir superando las distintas fases de su evolución; de eso no hay duda, y si no solucionas tus problemas, seas maduro o te estés abriendo al mundo, nadie lo hará por ti, pero en esa toma de contacto profesional importa mucho el reconocimiento y la atención de quienes ya tienen experiencia. Creo que es nuestra obligación hacerles sentir como en casa. Estaremos contribuyendo así a fortalecer la autoestima de estos jóvenes, y a que gocen de algo que tanta falta hace en las empresas y en la vida, inteligencia emocional.

miércoles, 16 de julio de 2008

Conéctate y conecta

Un ser humano no puede ayudar a otros si no ha conectado consigo mismo, si no ha hecho un ejercicio de introspección para saber en qué falla y en qué va bien. Conocerse, sanarse, respetarse y amarse. Esta es la primera secuencia. La siguiente, comprender, respetar y amar.

Nos preguntamos tantas veces por qué hay gente tan desaprensiva, tan envidiosa, tan egoísta... ¿Por qué me habla con desprecio? ¿Por qué no comparte conmigo? ¿Por qué me ignora?... Sólo hay una respuesta para todo esto: si actúa realmente así es que no está bien en su piel. No ha encontrado ese punto de luz interior que amplifica la capacidad de comprensión. No ha aprendido a tener compasión ni siquiera por sí mismo, probablemente porque arrastre demasiadas culpas, que le han hecho tener una visión distorsionada de la vida.

Uno da lo que tiene, y si no fluye tu propio caudal de amor no puedes administrarlo. La mayoría de los laberintos de comunicación y relación parten de un conflicto interno que, en definitiva, conduce a la negación de la propia persona y a una vida sólo en función de los demás, desde el ataque y la defensa, y no desde la unión.

lunes, 14 de julio de 2008

¿Por qué está la gente tan seria en el trabajo?

“Comienza tu día con una sonrisa, verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo."

Susanita, de Mafalda.


Es algo que siempre me he preguntado. Con el tiempo, creo que he obtenido las respuestas, pero las dejaré en el aire, a criterio de cada cual.

En el trabajo hay que ser responsable, coherente, organizado, dispuesto y decidido. En fin, aplicar el sentido común y cuidar de que tu libertad no limite la de los otros. No todo el mundo es igual. Estoy convencida de que lo primero es cumplir tu cometido honestamente. De eso no hay duda. Sin embargo, tengo un concepto holístico de la vida que me hace muy complicado compartimentar mi forma de ser (y con ella el comportamiento) dentro y fuera del ambiente laboral. Se puede ser serio, si es como te encuentras en tu centro, pero también se puede ser alegre si lo eres y, al tiempo, cabal; salirte del carril, pero seguir caminando recto; relacionarte con tus compañeros y cumplir con tus obligaciones. Se puede, y creo que se debe, porque hay que espolvorear de ilusión el mundo. En mi libro incluyo este párrafo al respecto, referido a la vida en general, pero transferible al mundo del trabajo:

“Durante la lectura de Psicomagia, de Jodorowsky, me identifiqué totalmente con su teoría sobre el acto poético; en él hace alusión a las personas llamadas razonables, aquellas que “no planean actos locos”, las que no perciben que este mundo es “poético, chocante, vivo”. Me agito ante cualquier acto de creación, y cuando veo a cada persona en su sitio, todo colocado, todo dispuesto y maquinado, me siento en la necesidad de abrir la brecha de la espontaneidad, de romper el inconsciente colectivo y hacer ver al mundo que LA VIDA ES OTRA COSA”.

Afortunadamente, cada vez toma más fuerza la idea de los beneficios que aporta el buen humor y la cordialidad en el trabajo. Es una extraordinaria barrera rompemiedos, una de las razones más claras del encorsetamiento autoimpuesto (¡vaya, ya dije una! :-). Del poder del buen humor en el ámbito laboral trata el reciente libro de Eduardo Jáuregui y Jesús Damián Fernández, Alta diversión, en el que los autores abogan por incluir el humor en la lista de valores de la empresa, para aligerar y completar el diccionario de palabras tan aceptadas y útiles, pero demasiado gastadas, como compromiso, innovación y calidad.

jueves, 10 de julio de 2008

Mirada y reflejos


Lo que nos molesta en otro puede ser lo que detestamos en nosotros; lo que nos gusta, lo que queremos potenciar. Sin embargo, tendemos a fijarnos en lo que “está mal”, porque nos quedamos en las formas: en lo que hace esta persona, en lo que dice esta otra, pero no en lo que SON. En lo más profundo, cada ser humano encierra toda la belleza del universo, pero nos resulta complicado percibirla, porque vivimos distraídos, casi hipnotizados, por lo superficial. Si nos adentráramos en nosotros y mirásemos de igual forma a los demás, comprobaríamos que no somos tan distintos de aquellos a quienes juzgamos.

Este texto de Chopra me parece muy esclarecedor con relación al tema de los espejos:
“¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos de nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.
La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si careces de la capacidad para actuar con maldad”.

Deepak Chopra

miércoles, 9 de julio de 2008

¿Dónde está la felicidad?


No corras tras la felicidad, pensando que siempre te lleva unos pasos.

“Coged las rosas mientras podáis
veloz el tiempo vuela.
La misma flor que hoy admiráis,
mañana estará muerta... “.

Walt Whitman

martes, 8 de julio de 2008

¡Esto es vida!

Dedico este comentario a aquella persona que tuvo la genial idea de implantar la jornada continua. Para quien disfrute de ella todo el año, mi más sincera enhorabuena, porque podrá:

-Tener tiempo libre.
-Saber qué pasa en su casa y con su familia.
-Ahorrar en gasolina y teléfono.
-Practicar sus aficiones y desarrollar su capacidad creativa.
-Estar más relajado, y hacer la vida más agradable a aquellos con quienes convive.
-Ocupar efectivamente todo su tiempo en el trabajo, porque lo hará con mayor ímpetu y celeridad. Sabe que sólo tiene la mañana para ello.
-Desechar la rutina y el tedio que produce pasar todo el día encerrado, aún cuando te guste tu actividad laboral.
-Ofrecer buena cara cuando dé los buenos días en la empresa, y mejor aún cuando se despida con un feliz “hasta mañana”. Lo mismo le sucederá cuando se despida y entre en su casa.
-Sentir que trabaja para vivir, y lo hace satisfecho, pero también que vive para disfrutar, que para eso hemos venido al mundo.

La empresa, por su parte, notará estos beneficios personales en su rentabilidad, ahorrará gastos semifijos (disculpen los entendidos si éste no es el término correcto:-) y tendrá menos bajas laborales (este dato es un hecho). Además, se valorará a los empleados por su eficiencia y productividad, más que por su presencia.

Y a los que gozamos de esta jornada sólo durante un tiempo estival, disfrutemos de esta placentera vida que, aunque corta, nos hace sentir libres y tomar fuerzas para el resto de la temporada.

sábado, 5 de julio de 2008

Un buen jefe, un buen hombre

Dirige bien aquel que es, en el más amplio sentido de la palabra, bueno.

Es bueno el que confía en los demás, el que está libre de miedos y permite que aquellos a los que conduce puedan mostrar lo mejor de sí mismos.
No tiene miedo el que se siente libre e igual a los demás.
Es libre el que no se siente amenazado por nada, porque, en realidad, no hay nada que temer.

(Del capítulo "Das y recibes amor" de mi libro, Palabras para el bienestar).

¿Qué es para ti un buen jefe?

jueves, 3 de julio de 2008

UNIDAD

No temas. Siempre estás acompañado.
El mundo está contigo, porque tú eres el mundo.
Formas parte del universo, porque eres el universo.
Quizá estás evolucionando, renovándote, desatando nudos emocionales, que te permiten avanzar, y, cuando tú avanzas, el mundo avanza.
Conectas contigo y lo haces con la totalidad, con lo divino.
Recuerda el saludo de los mayas: ”Hola, yo soy tú”. Si lo entiendes, estás experimentando la conciencia de unidad.

"Un ser humano es una parte del todo llamado por nosotros «Universo», una parte limitada por el tiempo y el espacio. Él experimenta su propio ser, sus pensamientos y sentimientos, como si estuvieran separados del resto, lo cual es una ilusión óptica de su conciencia. Esta ilusión es una especie de prisión para nosotros, que nos obliga a ser fieles a nuestros deseos personales y a sentir afecto sólo por aquellos que nos rodean. Nuestra tarea debe consistir en escapar de esa cárcel ampliando nuestro círculo de simpatía hacia los demás para acoger con los brazos abiertos la belleza que encierran todas las criaturas vivientes y la naturaleza".

Albert Einstein

martes, 1 de julio de 2008

¿En qué grupo te ves?


"Existen tres tipos de personas:
Las que miran las cosas que pasan.
Las que se preguntan por qué pasó.
Las que hacen que las cosas pasen".

Nicholas M. Butter