miércoles, 12 de noviembre de 2008

Elegimos nuestro tipo de vida


“Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección”.
(William James)

Elegimos constantemente, tanto si elegimos realizar una acción o si la elección consiste en no actuar. Por ejemplo, cuando achacamos nuestras desgracias a las acciones de los demás, esa falta de compromiso personal es ya una elección, la de no asumir el mando de nuestra vida. Tal vez inconsciente, pero elección al fin.

Louise Hay, la autora del best seller Usted puede sanar su vida, indica que, incluso, elegimos a nuestros padres antes de nacer, porque encarnan los patrones mentales que hemos de superar para seguir creciendo. Cada vez creo más en este tipo de teorías, más por intuición que por conocimiento del tema. Lo que sí es evidente es que, una vez aquí, si permaneces pasivo ante lo que tienes que solucionar estás tomando la decisión de abandonarte, y esa es tu elección.

Con estas palabras no pretendo hacerte sentir culpable, sino todo lo contrario, esperanzado, porque es muy estimulante saber que tenemos control sobre nuestra vida. Lo contrario, sentirnos presos de las circunstancias y sólo dependientes de ellas, sería desalentador. ¿Qué podríamos hacer? Daría igual tener iniciativa que dejarse llevar...

Sin embargo, si no has asimilado o siquiera pensado en todo esto alguna vez, puede que, inicialmente, no te complazca saberlo, porque te sientes tan “cómodo” en tu inadvertencia que quizá elijas vivir abstraído en ella en lugar de hacer uso de la libertad que te otorgaría la responsabilidad.

En cualquier caso, esa es tu elección.