domingo, 29 de marzo de 2009

LA RECONEXIÓN



En diferentes entradas, he hecho referencia al libro de Eric Pearl, La Reconexión. Pensaba hacer una amplia reseña de él, porque es uno de los libros que me han dejado más huella, no sólo desde el punto de vista psicológico, sino también práctico. Iba a realizar una amplia reseña, como digo, pero he decidido dejaros sólo algunos apuntes extraídos de sus diferentes partes, para que descubráis todo lo que encierra por vosotros mismos.
Ahora estoy haciendo su segunda lectura, porque está escrito en infinitos niveles, y el propio autor aconseja tres lecturas. Lejos de acometer con pereza esta segunda revisión, lo hago con verdadero entusiasmo.
Me ha llamado mucho la atención la sencillez de su autor, a pesar de la grandeza de sus actos, una característica de la gente buena y sabia.
Aquí os dejo algunas líneas, que pueden daros idea de su contenido:
En el prefacio:
“¿Hay una gran realidad espiritual, formada de energía viva, con la que podemos aprender a conectarnos, que no sólo fomenta nuestra sanación personal, sino la sanación del planeta entero?
En el prólogo:
“Es un verdadero regalo reconocer mi verdadero Ser, comprender que soy un ser espiritual. (…) Así como veo mi espíritu en cada cosa que hago, soy capaz de ver -y tocar- también el de otros”.
En los agradecimientos:
“Y a Dios, el Único en este libro al que no le preocupa si le llamo Él o Ella”.
En el cuerpo del libro:
“Nuestra lección es la de aprender. La libertad de ser te liberará de la opresión de hacer”.
“En lugar de volverte más vulnerable con la iluminación, tu organismo se reforzará y nada podrá penetrar en la luz de la que serás portador”.
“Es hora de saber que somos Luz y de permitir que la sabiduría que creó al cuerpo corra por él”.
“El miedo es lo único que se interpone entre tú y otro, entre tú y cualquier cosa, incluida la meta de ser un sanador”.
Mis impresiones:
He aprendido en el plano espiritual; he sentido mi cuerpo energético, con las sensaciones que describe en el libro, sin haberlas leído antes de esas percepciones, y he hecho mis pinitos de autosanación.
Siento que aún me queda mucho por captar de este libro.