viernes, 24 de abril de 2009

¿Quién nos deslumbra?



En una ocasión participé en un concurso de una escuela de escritores, que versaba sobre la palabra más bella. La ganadora fue “Amor”, claro… ¡cómo no pude caer en ello! Yo había elegido “Deslumbrante”, con esta definición:

“Me hace percibir destellos de luminosidad, sorpresa desmedida ante algo que, por su valor, me deja atónita. Proyecta en mí una ceguera momentánea por la visión de lo que inunda mi ser. Es un término en el que bien podría acogerse la energía en su totalidad”.

Fue hace unos años, pero ya apuntaba yo maneras en esto de dirigirme hacia la luz :-)

Y es que sin iluminación todo queda oculto. La creatividad sin luz no es tal, sino mera actividad. Por ejemplo, artistas y triunfadores hay muchos, pero los que nos seducen y tocan nuestras áreas más sensibles son sólo los que han conectado consigo mismos (con su luz interna), han llegado a ser lo que deben ser, y esa autenticidad es la que nos atrae. Nos hipnotizan cuando les escuchamos en una simple entrevista, porque iluminan los espacios en los que se encuentran, estén o no expresando el arte por el que destacan.

Y eso mismo nos sucede en la vida cotidiana, con la gente "corriente". Hay personas con mucha luz, y otros que aún no han conectado con ella, pero que la tienen, claro que la tienen...