domingo, 28 de junio de 2009

Degustación de terapias



“Voy a tomarme una aspirina, que no me encuentro muy bien”.

Ayer, mientras asistía a unas “Jornadas de degustación de terapias alternativas” (mil gracias, querida Ana, de Aurora Boreal, por el regalo que nos hiciste organizando este evento), me di cuenta de cuánto tiempo hace que no acudo a analgésicos para calmar el malestar del alma, que, ignorante de mí, achacaba al cuerpo.

Hace años, desde la meditación, la relajación y el Yoga, aprendí a acallar mi mente y a equilibrar mi cuerpo, y aquéllos síntomas de inquietud que me hacían ir al botiquín… desaparecieron como por arte de magia. De aquéllo llegó la lucidez que necesitaba para saber que escribir era una de mis pasiones.
Este fin de semana he tenido la oportunidad de recibir una sesión de Reiki, o imposición de manos para la transmisión de energía (ya lo hacía Jesucristo), así como de asistir a un extraordinario concierto de música con armónicos para la meditación, "medicina natural para el equilibrio mental físico y emocional". De la oferta de diversas terapias, me seducían más estas dos.

En el primer caso, con el Reiki experimenté la paz que procede de la propia terapia y del calor humano de unas manos que estaban aportándome su energía, de forma desinteresada.
En el concierto sentí la fusión universal que procede del reposo y la comunión de las almas, mientras escuchábamos las sinfonías con que nos deleitaba Miguel, terapeuta e investigador del sonido. Pude experimentar cómo “Mediante el sonido y el principio de resonancia podemos hacer que frecuencias inarmónicas del cuerpo vuelvan a sus vibraciones normales y saludables”, tal y como indica el músico en la Web del centro que ostenta (Un puerto de Paz), junto con Naloy, terapeuta y formadora de Energía Universal.

En ese peculiar concierto, un nutrido grupo de personas, con los ojos cerrados y en total quietud, formábamos un solo Ser. Finalizó con la participación activa de los asistentes con un cántico común. Precioso.

Hay que salir del ruido, de vez en cuando, porque, tras la calma, llega la apertura mental y, de su mano, la fuerza necesaria para que lo que intuíamos que debía manifestarse, tenga lugar.


jueves, 25 de junio de 2009

¡Fuera frustración!


Experimentamos la sensación de fracaso cuando:

- Queremos ser lo que no somos (más ricos, más bellos...), normalmente porque nos comparamos con otros.

- Anhelamos lo que hemos perdido (juventud, personas que han pasado por nuestra vida, situaciones concretas que nos traen buenos recuerdos...).

- Nos reprochamos lo que no hemos hecho o nos quejamos por lo que dejaron de hacernos.

- Nos instalamos en la frustración, sin actuar.

Y a todo eso nos lleva el pensamiento improductivo, que nos conduce al abismo, en lugar de ser guiado por nosotros.

Y todo eso se soluciona con una sola palabra: GRATITUD, asociada a la estancia en el momento que estamos viviendo, y que encierra tanta belleza escondida tras el deseo de lo imposible.

Y la gratitud nos lleva a la ACEPTACIÓN de quienes somos y de tantas cualidades como tenemos, veladas tras la búsqueda inútil de quienes no somos.

Y con la aceptación desaparece la culpa hacia nosotros y el reproche hacia otros.
Quédate aquí, en este mismo instante. No pienses en nada. Sólo Sé y permanece QUIETO/A, por dentro y por fuera. No te agites más sin motivo.

Esto es ya comenzar a ACTUAR desde la consciencia.

miércoles, 24 de junio de 2009

Escalera de Luz: Ananta-Foro espiritual-Luz Ángela



Desde la Fundación Ananta, recibo cada mañana un profundo“pensamiento simiente”. Esta Fundación “está constituida por un grupo de personas que quieren colaborar en humanizar el planeta desde la consciencia de que la fuente profunda que da vida a cada ser humano es el espíritu; y de que todos los seres, con independencia de nuestras diferencias, somos parte de un mismo Todo”.

Hace unos días, me llegó, por este medio, la noticia de la celebración del Foro espiritual de Estella 2009. Subiendo otro peldaño, al acceder al enlace de la página encontré una joya de entrevista a Luz Ángela Carvajal, médico colombiana, cuyas palabras destilan AMOR, con mayúsculas y a raudales. Aquí tenéis la entrevista completa, que lleva por título Sanar es liberar la fuerza atrapada del amor” y aquí, unas frases que he tomado de ella a modo de delicatessen, para ir abriendo boca:

1. “Nosotros en realidad no amamos, permitimos ser cauces de amor. Somos el sujeto y el Verbo es el amor. El amor no lo produce el ser humano, sólo lo permite”.

2. “Todo lo que existe es metáfora del amor”.

3. “El que piensa distinto no nos sobra”.

4. “No sabía por qué quería estudiar medicina, pero sí para qué: para servir al hombre, para servir a la humanidad. Quería sanar lo que estaba roto y así revelar la belleza de la creación”.

6. “Durante un tiempo viví con la satisfacción de “como lo hago de bien” y ello lo que me trajo fue aislamiento y soberbia. Ahora, cada vez más, vivo la gratitud posible del presente, la gratitud de lo que la vida me acerca a cada instante. La satisfacción me separa, la gratitud me une”.

7. “El mundo y el destino del mundo están en nuestras manos, no en las manos del poder, sino en las manos del amor”.

Casi nada...

Me he propuesto, al menos en el día de hoy, deslizarme suavemente por este tobogán de sabiduría para desgranar y absorber por completo su mensaje.


lunes, 22 de junio de 2009

La efervescencia de las palabras


¿No os sentís dueños del mundo cuando, ante una hoja el blanco, podéis crear un universo?
Seguro que tú, que compartes conmigo el placer de dibujar fantasías y realidades con la palabra, sabrás de ese cosquilleo en el estómago, esa sensación de euforia a la que la imaginación te lleva, mientras el cerebro bulle creando imágenes mentales de vida que puedes dar forma, finalmente, con el movimiento de tus dedos (le explicaba esto mismo a mi amigo Juan Carlos y me dice: “¡Chica, eso parece un Redoxón!" :-)
Vivirás también la emoción que procede de guardar, en lo más profundo, un secreto que contar y que de ti depende que deje de serlo, de ti el momento de hacerlo, la manera de adornarlo y la difusión que quieras darle.
Y hay algo determinante para que tus palabras trasciendan, lleguen y tengan la proyección que sueñas: la coherencia entre lo que escribes y vives y, sobre todo, la confianza en tus propias posibilidades:
“Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y corrompido, escribe cosas dignas de leerse, o haz cosas dignas de escribirse”.
(Benjamin Franklin )
Ayer, en el programa de TV2 Página2, se trató la obra de Stieg Larsson, autor de Los hombres que no amaban a las mujeres, que falleció inesperadamente en 2004, como consecuencia de un ataque al corazón, días después de entregar a su editor el tercer volumen de la trilogía Millennium y poco antes de ver publicado el primero. Sus libros han despertado un gran interés y han sido calificados como obras maestras (no he leído nada suyo aún, porque tengo la “mala” costumbre de no leer lo que está de moda; rebelde que es una). Pues bien, en el programa, un amigo suyo se refería a él como un hombre tímido, poco dado a la vanagloria, y en el que sólo había dejado de reconocer su modestia cuando le confesaba que se consideraba el mejor escritor de Europa o cuando le decía, pletórico, que había escrito tres libros magistrales.
Estoy completamente segura de que esa confianza en él, independientemente de la calidad de sus escritos, ha sido decisiva para el éxito de sus libros, a pesar de no haber podido disfrutar de ese triunfo en vida. Tal vez, ni siquiera necesitara ya disfrutarlo, porque, diréis que estoy loca, pero creo que la gente muere cuando “quiere” morir (cuando ha evolucionado, cuando ha cumplido sus sueños, cuando ha aprendido o, quizás, cuando no puede con la vida porque lo que vive es peor que la idea misma de morir).
Vaya manera de terminar la entrada, con lo bien que íbamos... :-)

domingo, 21 de junio de 2009

Asegura la felicidad de tus hijos



En el portal http://www.solohijos.com/, del que he echado mano en más de una ocasión para asuntos que me preocupaban de la educación de mi hijo, aparecía recientemente un artículo con este titular:

“Niños con valores, adultos felices”.

De acuerdo, pero también podrían invertirse los términos:

“Adultos con valores, niños felices”.

Porque la clave para la educación positiva de los más pequeños es el trabajo de las debilidades de los mayores. Debemos dignificarnos y proyectarles una imagen íntegra, sustentada en el amor y en el disfrute de todo lo que nos rodea, ofrecerles ese patrón esperanzador para que tengan un referente válido. Y, cuando nos asalte la duda de si lo estamos haciendo bien o mal, cubrir esa duda con mucho cariño hacia ellos.

Me reconozco miles de fallos como madre, pero de lo que estoy segura es de que hay que aplicar estas “normas” para educar a los hijos a largo plazo, para garantizar su felicidad de mayores, aunque a veces, en el corto plazo, nos saquen de quicio (sobre todo cuando te dicen: “Deja de meterte en mi vida, pero… dame 20 euros" ¡grrrrrrrrrrrrr!).

Eso sí, no perdamos de vista la firmeza, que tantas veces olvidamos por esa idolatría que nos gastamos con ellos, y que tan claramente explica el campechano juez de menores Emilio Calatayud en este estupendo vídeo (gracias, José María, por pasármelo):


jueves, 18 de junio de 2009

Algunas intimidades de posible uso general...


Me he pasado la vida queriendo cambiar a mi pareja a mi modo ¿A mi modo? ¿A qué modo? (“ni modo”, que diría mi cuñada Blanca, mexicana ella...). Quería un marido a medida, y no lo conseguía. ¿A mi modo? Si yo no tenía modo definido. ¿No sería que quería un marido al modo de las creencias con las que vivía, que no me pertenecían?

Bien, con esos interrogantes, comprenderéis que alguna lección sí he ido aprendiendo. Sin embargo, tuve que llegar a los taitantos (pillando parte de los treintai más los cuarentai) para saber que el moldeo debía hacérmelo antes yo. Y lo hice, vaya que si lo hice: me esculpí por completo, todos notaron mis nuevos perfiles, las rebabas que iba dejando y los remates de mi figura interior: pincha aquí y verás.

Y la tormenta seguía, con sus días claros y sus noches oscuras. Y ahí andaba yo, con el material de esculpir unas veces en mi cuerpo y otras queriendo trabajar aún el de mi esposo. Y me quejaba, porque ¡vaya por Dios! Con lo lista que le había salido, y no prestaba atención a mis avances, no me acompañaba a las presentaciones de mi libro, no respondía a MIS expectativas. Y le molestaba mi tono, cuando le reprochaba y a mí el suyo, cuando me respondía. Y, entre tanto, también nos reíamos, porque eso nunca nos ha faltado.

Y llegó la luz, la vi, no hace tanto tiempo, y no era muy intensa, pero suficiente para enfocarme su Ser, porque ya me había encontrado, cara a cara, con el mío, y me sentí com-ple-ta-men-te LIBRE, y dejé de pedirle y de juzgarle, y se sintió libre y dejó de sentirse requerido y juzgado. Y comenzó a prestar atención a mis “éxitos” y a asistir a mis presentaciones y a pedirme que... le dejara mi libro, que quería releerlo: Voilà!

Y ésta es la lectura:

- Llena tu vida y no trates de llenar la de nadie ni rellenarte de otras vidas, no busques al príncipe, ama a la princesa que tienes dentro.

- No esperes, DA y RECIBE, que es lo mismo.

- Sé feliz, no quieras que te hagan feliz.

Y, como en un cuento, al final, que es también el principio, porque no hay camino que recorrer sino el que dan ahora mismo tus pasos... comerás perdices.


"Esperar que alguien me ame para ser feliz, es convertir al amor en limosna".

(Abel Desestres)

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P.D. Ojito: lo que sucede en una pareja no es sólo cosa de uno, pero aquí he dejado MI trabajo, como digo en el título de esta entrada, por si puede ser de utilidad general ;-)

miércoles, 17 de junio de 2009

El poder de una sonrisa


La casa de mis palabras me ha hecho un precioso regalo. La acogedora Editorial Obelisco me ha enviado un ejemplar del Calendario 2010 de las Hadas, los Duendes y los Gnomos, en el que ha tenido la deferencia de plasmar una cita extraída de mi libro (en septiembre, el mes de mi cumpleaños) junto a otras de Machado, Unamuno, Amado Nervo, Neruda, Gabriel García Márquez... (¡Por Dios, qué pequeñina a su lado!):

“Para poner paz donde
no la había, ni siquiera
el mejor de los discursos
tiene la potencia de una
sonrisa a tiempo”.

(Del capítulo 4: Eres alegre. Ríes como un niño)


El calendario puede adquirirse, a partir del día 6 de julio, en El Jardín del Libro (librería on line especializada en cuerpo, mente y alma; un inmenso escaparate bibliográfico virtual con espíritu transformador).

Desde aquí, mi profundo agradecimiento al equipo de Obelisco por la confianza y el cariño que siempre me dispensan.

lunes, 15 de junio de 2009

Gente especial



Todos somos especiales, todos tenemos algo genuino, que nos distingue y nos hace únicos. Y estoy convencida también de que el trabajo interior te hace aun más especial. Lo he visto en los ojos de otros y, aunque peque de inmodesta, he experimentado encuentros con algunas personas desconocidas (da igual el género y no importa el lugar) que, sin motivo alguno, se me quedan mirando fijamente a los ojos. No son demasiados, pero, cuando eso sucede no aparto la mirada, porque la reconozco. Ven más allá de lo que alcanza el sentido de la vista.

El sábado fui a visitar a una amiga "diferente", que he conocido hace poco tiempo y que ha montado una tienda en mi pueblo, bendecida por su propia energía limpia. Me interesa tanto la conversación que tengo con ella que no me queda tiempo para curiosear tantos libros, piedras, figuras y cuadros sanadores que llenan su local. Fui a inscribirme para unas jornadas de terapias alternativas que ha organizado, y me contaba lo satisfecha que se sentía por haber sido capaz de reunir a profesionales que, altruistamente, se habían prestado a colaborar en su iniciativa. Cuando salía de la tienda, siempre por las malditas prisas, con ganas de continuar la charla sobre tantas cosas que tenemos por compartir, entró un niñito de tres años, rubio, con unos ojos azules e inmensos y un semblante desbordante de alegría; era su hijo. Me impactó que, sin conocerme, al extenderle mi mano me diera cálidamente la suya, regordeta y preciosa, mientras elevaba la vista hacia mí con expresión de agrado. Desde ese instante me ha venido muchas veces a la mente esa imagen angelical, rotundamente especial. Cuando me marchaba le dije a su madre: "Es especial ¿lo sabes?" "Claro que sí", respondió ella, con total convencimiento.

¿Reconoces a las personas especiales? ¿Qué es lo que las distingue?

¿Tal vez un claro horizonte en su vida...?


domingo, 14 de junio de 2009

El sufrimiento es anormal


Aquí os dejo el texto de una entrada del Blog Plano Creativo, que reproduce palabras sabias de Alejandro Jodorowsky con relación a la diferencia entre el dolor y el sufrimiento. Ejemplos muy aleccionadores:


¿Hay diferencia entre dolor y sufrimiento?

El dolor es absolutamente necesario para sobrevivir. Si los niños no sintieran dolor se tirarían por la ventana, se quemarían, y nosotros nos mataríamos. La raza humana sin dolor se acabaría en un segundo.
¿Y el sufrimiento?

El sufrimiento es anormal… El ser elimina el sufrimiento, deja el dolor en el instante. Yo siento el dolor, cuando se acaba soy feliz de nuevo, o no soy feliz pero recupero mi tranquilidad. Sólo sufro en el momento en que sufro. Me duele en el momento en que duele…
¿Qué es por tanto el sufrimiento?

El sufrimiento es la multiplicación del dolor en el recuerdo, en la memoria. Por ejemplo, las madres cuando paren tienen un dolor atroz, y una vez que el dolor pasa, son felices. El dolor es como un parto. Es bueno en la medida en que expresa el sentimiento y se acaba en el presente. El sufrimiento de la humanidad es otra cosa, es mantener el dolor psíquicamente y no soltarlo. Eso es el sufrimiento.

(Alejandro Jodorowsky)

viernes, 12 de junio de 2009

La sencillez nos libera del miedo


“¿Cómo sería Jesús para que todos los sencillos se sintieran tan a gusto con Él? Jesús no se sentía superior a los demás porque vivía en la realidad.
La señal de estar en contacto con la realidad es la sencillez”.
(Anthony de Mello)

miércoles, 10 de junio de 2009

¿Lo has sentido?


Si has sentido la llamada del "despertar" tienes una gran responsabilidad, no sólo con tu vida, sino también con la de todos.
Pero esa responsabilidad es un aliciente hermoso para vivir.

lunes, 8 de junio de 2009

SALUD, DINERO y AMOR


Acabo de finalizar la lectura del Cuaderno de ejercicios del libro Pide y se te dará. Uno de los aspectos que me parecen interesantes de esta obra es la teoría que desarrolla sobre la denominada CREACIÓN DELIBERADA, que consiste en “alcanzar deliberadamente un estado emocional”. Os dejo unos ejemplos de ello, por si creéis que pueden serviros para aplicarlo a vuestra vida:

- “Cuando no tienes suficiente dinero, deseas más. Pero queremos que entiendas que la distancia que recorrerás no es la distancia entre tener poco dinero y mucho dinero, sino la que existe entre un sentimiento de inseguridad y un sentimiento de seguridad. Cuando practiques el pensamiento que haga que te sientas sistemáticamente más seguro, el dinero fluirá hacia tu experiencia.
- Cuando estás enfermo, deseas ponerte bien, pero la distancia que recorres no es de la enfermedad a la salud, sino del temor a la confianza. Cuando practiques los pensamientos que hagan que te sientas más confiado, la mejoría física fluirá hacia tu experiencia.

-Cuando no tienes pareja y deseas encontrarla, la distancia que recorres es desde la sensación de soledad a la sensación de alegría o satisfacción. Cuando practiques los pensamientos que hagan que te sientas alegre o expectante, tu pareja perfecta fluirá hacia tu experiencia”.
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Nota: Recomiendo relacionar esta entrada con la que publiqué hace tiempo sobre La ley de permitir, extraída de otro extraordinario libro de los mismos autores, Esther y Jerry Hicks, El increíble poder de las emociones.

sábado, 6 de junio de 2009

Del gris al rosa


Hablábamos mi hermana y yo ayer sobre el programa “El secreto”, tratado en mi anterior entrada. De todas las cosas buenas se obtienen buenas conclusiones. Ambas nos habíamos emocionado con él (como cualquier hijo de vecino con un poco de sensibilidad; aunque muchas de las personas que se “comen” los telediarios y hablan reiteradamente de las desgracias del mundo, después permenecen impasivos ante este tipo de acciones. Y sé la razón, pero eso es ya es tema para otra entrada...).
Una de las conclusiones a las que llegábamos es que hace tiempo que no lloramos por situaciones que, en otra época, nos producían sufrimiento:

- Un problema que nos acuciaba.
- Malos entendidos o “injusticias”.
Ahora lloramos sólo por cuestiones que nos producen alegría o que hacen que aflore nuestra área más tierna.

Ya he contado alguna vez por aquí que mi hermana y yo tenemos montado un gabinete emocional-psicológico-vital al que sólo acudimos las dos. Somos maestras y alumnas (ella fue mi maestra y ahora me enorgullece saber que me dice serlo también suya) y nos va francamente bien en esta empresa. La calidad de las sesiones lleva el sello del cariño y la rentabilidad es total.

El hecho de que nuestras conversaciones giren cada vez más en torno a nuestros “éxitos” (de los buenos, no de los aceptados como tales socialmente) y menos en la queja arroja un balance excelente para el “negocio”, en el que el victimismo es agua muy pasada.
Creo que ese es un buen medidor de felicidad, independientemente de las circunstancias que tengamos que superar, porque no todo es de color de rosa. Cada uno tiene que ir resolviendo lo que la vida le pone para seguir aprendiendo, y creo que ese afán de superación es el mejor modo de percibir lo gris en rosa.


martes, 2 de junio de 2009

Feliz, sí, y en todo momento

Y como no estoy segura de poder escribir fluidamente en el blog en los próximos días, aquí os dejo un párrafo que he "pescado" de lo que estoy escribiendo fuera de la red. Complementa a la entrada anterior, porque así creo que son las cosas:
Los pequeños momentos nos hacen felices, sí, pero podemos ser felices en todo momento. Desde el despertar a la vida que deseamos o, lo que es lo mismo, desde el encuentro con nosotros mismos, incluso lo que va acaeciendo de “negativo” en nuestro devenir nos hace sentir vivos y capaces de afrontarlo con el ánimo suficiente para transformarlo. Podrán sucedernos acontecimientos de diferente cariz, pero nuestra mente está serena y lúcida. El secreto es que la alegría de vivir está en ti; eres tú.

Querernos... ¿Para ser queridos?


Aprendemos a querernos y la motivación para ello es... a fin de cuentas, que nos quieran.

¿No estaremos dando vueltas hacia el mismo lugar?

No. Hay algo que distingue el comienzo del viaje del “final”, y es que ahora el amor es un intercambio limpio y natural; antes, sin saberlo siquiera, estaba enredado en una cuerda de intereses y escondido tras un sutil tapiz de miedos.

Ahora todo es más transparente. Es como si hubiéramos puesto a la astucia a trabajar para la inteligencia.

Pero sí, todos queremos ser queridos. Somos lo que somos en función de nuestros vínculos de todo tipo con otros seres humanos, pero los que más nos mueven son, sin duda, los afectivos.

Esta reflexión cobra aún más fuerza ahora que vengo de un hospital de visitar a una persona mayor muy agradecida por la media hora de afecto (escucha) que he podido darle.

Pero los demás no estamos muy lejos de ella ¿verdad?


lunes, 1 de junio de 2009

Pilar Jericó investiga sobre el miedo

Una de las actividades que realizo en la empresa en la que trabajo es la reseña de libros que considero interesantes para una revista que editamos. La editorial Alienta me envió, allá por el 2007, el libro de Pilar Jericó Nomiedo en la empresa y en la vida, que me pareció muy atractivo y valiente, porque abordaba ese tema tabú en las empresas, pero que, como Pilar indica, “nos hace pagar un alto precio, en nuestra vida y en nuestro desempeño”.

A raíz de la lectura de su libro, he seguido la trayectoria de Pilar, no sólo como escritora, sino también como conferenciante e impulsora de nuevos proyectos. Ella misma también ha dejado algún comentario en este blog. Ayer invitó a las personas que acceden a su blog a participar en una investigación que ha puesto en marcha sobre cómo se afronta el miedo en nuestras vidas privadas y profesionales. Solicitaba que, si lo deseábamos, plasmáramos nuestra experiencia personal con el miedo. Estas aportaciones pasarán a formar parte también de un libro. Debíamos responder a unas preguntas, y decidí participar, porque creo que muchas personas pueden verse reflejadas en situaciones por las que otros hemos pasado y superado. Aquí os dejo las preguntas de Pilar y mis respuestas. Reconozco que jugaba con ventaja porque, aunque con otras palabras y sin personalizar tanto, ya había expresado todo esto en mi libro. Deseo que también os sirva a vosotros. Si algo he descubierto a lo largo de estos últimos años es que somos todos muy parecidos:
1. Cuál es la situación más difícil que crees que has superado (despido, pérdida afectiva, cambio de trabajo…):
Más que referirme a una situación concreta, creo que los conflictos que he tenido que superar, en el trabajo, en mi entorno afectivo y en la vida en general, tenían la misma raíz: aunque actuaba, creo, desde la nobleza, no me quería lo suficiente y, por tanto, atraía circunstancias que no me gustaban, pero que se repetían porque siempre buscaba la solución fuera de mí. Luego, trataba de solventarlas complaciendo a todo el mundo o renegando de todos. Me movía en estos dos extremos y, en medio, estaba yo… desatendida. Esto me hacía vulnerable y el blanco de otras personas también inseguras (alguien seguro de sí mismo no manipula), así que retrasaba mi progreso o, al menos, lo vivía con menos serenidad.

Sin embargo, cuando he tenido que solucionar algo relacionado con una enfermedad (ya sea mía o de un familiar cercano), o un problema grave concreto, en el que debía depositar todas mis energías sin más remedio, lo afrontaba sin reservas. Había que hacerlo, y lo hacía. Por eso creo que viviendo intensamente el momento presente incluso lo difícil se convierte en fácil.

2. Qué hiciste para salir de ella (personas, emociones, ayuda…), es decir, cuál fue el proceso seguido:
No sé si lo hice yo o fue la vida la que me llevó a darme cuenta de que tenía que prestarme más atención. Me interesé por lecturas que contribuían a tomar confianza en mí (me lo pedía el cuerpo, o más bien el alma). Devoraba libros e iba conversando con aquellos que se encontraban también en esa etapa de “despertar”. También aprendí a meditar para vivir más conscientemente y para liberarme de tanto pensamiento improductivo.
A medida que iba asimilando todo esto, comencé a juzgar(me) menos y a respetar(me) más, y a vivir más “el ahora”. Enseguida fui verificando cómo ese respeto me venía también del exterior. Por otra parte, tuve que marcar las distancias con quienes no podía conectar, sencillamente porque ya estábamos en distintos niveles de percepción o vibración. No hay por qué forzar las cosas, sino encontrar el punto de armonía para todos.

3. Cuál es la lectura que haces después de haber pasado por ello.
Supe estar sola, pero también acompañada. Aprendí a vivir con la mejor parte que hay en mí y fui capaz de explotar mis capacidades y disfrutar de ello. Desde que me di cuenta de que lo que buscaba fuera lo tenía dentro surgió lo que había estado retenido o mal canalizado y lo desarrollé. Ahora estoy convencida también de que puedo alcanzar los objetivos que me proponga, siempre que lo haga desde la honestidad, el trabajo y con la intención de compartirlo.

4. Qué dirías a alguien que se encuentra en una situación parecida a la tuya.
Que tenga la valentía de recrear su vida, que es posible y que sólo necesita tomar conciencia del enorme potencial que tiene dentro. Ello requiere humildad para asumir que la solución a sus conflictos está en él y que culpar a otros o a las circunstancias es una irresponsabilidad. Del trabajo interior proceden los logros exteriores.