miércoles, 30 de septiembre de 2009

Si quieres, puedes


Puedes elegir ser de ese tipo de personas que comentan negativamente lo que sucede, que tienen datos de todo tipo sobre lo mal que van las cosas y lo peor que irán, pero que no hacen prácticamente nada para que algo cambie. Por el contrario, puedes participar activamente en la mejora de la situación, comenzando por pulir esa joya que tienes guardada en lo más hondo de ti y que, a veces, te envía el mensaje de que puedes vivir de un modo más estimulante.

Si vislumbras tu fuerza y tus posibilidades, pero no te permites desarrollarlas, si te da miedo analizarte, porque lo que te encuentres suponga un esfuerzo o un cambio, no tienes ningún derecho a quejarte de nada, ni de la crisis ni de las injusticias que ves a tu alrededor ... porque estás haciendo exactamente lo mismo que criticas. No profundizas, sólo te dejas llevar por la vida que "te ha tocado". Te hablo desde el conocimiento de las dos fases y te aseguro que merece la pena dejar una vida a medias para sentirla en su plenitud.

No deberías dejar pasar ni un solo día sin hacer nada por ti, porque, con esa postura tan “ cómoda” o tan apocada, sin darte cuenta, estás limitando también el desarrollo del mundo.
Moviliza a ese ser tan válido que eres y encontrarás la recompensa en el mismo instante en que decidas liberarte de de tu propio bloqueo.

Completo mi entrada (aunque bien pudiera ser al contrario), con este magnífico texto de Chopra, que he capturado del blog Plano Creativo:

“Lo que más anhelamos en la vida no es comida, dinero, éxito, posición, seguridad o sexo; ni siquiera el amor del sexo opuesto. Una y otra vez conseguimos estas cosas y terminamos sintiéndonos insatisfechos, en ocasiones más de lo que estábamos al principio. Lo que más anhelamos es un secreto que se revela sólo cuando estamos dispuestos a descubrir una parte oculta de nuestro ser. En las antiguas tradiciones sapienciales, este empeño se comparó con la recolección de la más hermosa perla, una manera poética de expresar que debemos nadar bajo las aguas superficiales” sumergirnos en nuestro ser y buscar pacientemente esa perla invaluable.
La perla también recibe el nombre de esencia, hálito de Dios, agua de vida o néctar sagrado, lo que con la trivialidad propia de la era científica llamamos “transformación”. Transformación significa cambio radical de forma, como cuando la oruga se transmuta en mariposa. En el ámbito humano significa convertir temor, agresión, duda, inseguridad, odio y vacío en sus opuestos. ¿Es esto posible? Lo indudable es que el anhelo secreto que carcome nuestra alma es totalmente ajeno a cuestiones externas como dinero, posición o seguridad; nuestro ser interior reclama un significado, el final del sufrimiento y respuestas a enigmas como amor, muerte, Dios, alma, bien y mal. Una vida superficial jamás responderá a estas preguntas ni satisfará las necesidades que las suscitan.”

Deepak Chopra

martes, 29 de septiembre de 2009

Creo en la telepatía



Nunca me había planteado pensar en sucesos como la telepatía, ya sabéis, la facultad de comunicarse psíquicamente mediante percepciones extrasensoriales, pero ahora me sucede con ciertas personas, incluso en la distancia o, como es el caso, en la cercanía.

Como cualquier grupo de amigos con intereses comunes, hace tiempo que nos intercambiamos libros o nos pasamos reseñas de aquellos que consideramos nos aportan algo interesante para nuestra vida. Pues bien, hace unas horas he experimentado una sensación indescriptible en la que la sensibilidad estaba a flor de piel, mientras comentábamos alguno de esos intercambios.

Una de mis incondicionales amigas se quejaba de algunos dolorcillos que no la permitían estar a gusto, así que le dejé el libro La reconexión, con la intención de que descubriera su propio poder sanador. Ayer otra gran amiga me dejó un libro sobre meditación, cuyo título ya apacigua, El placer de meditar. Por otra parte, le había prestado yo El silencio habla, porque quería algo profundo pero ligero, y consideré que la estructura de la obra, llena de espacios en blanco para textos de tan honda literatura, le resultaría adecuada. A su vez, ella acababa de pasar por mi área de trabajo y, de entre todos los libros de la estantería, había sacado “al azar” uno que tenía olvidado y que se ciñe a lo que preciso especialmente ahora para determinados proyectos.

Digo que creo en la telepatía porque, en cuestión de diez minutos, se ha producido un encuentro en el que cada una de nosotras exponíamos la experiencia con esos regalos de amigas en forma de palabras curativas y, simultáneamente, he sentido una fusión completa de nuestro pensamiento y nuestra energía.

Gracias, Caro, y Raquel, por estar siempre (omito “que os necesito” porque ni siquiera eso es preciso) y por Ser, libres de apegos y plenas de generosidad. ¡Muacks!


viernes, 25 de septiembre de 2009

Los estados emocionales se contagian

Después de leer el libro El código del dinero, de Raimon Samsó (clicad AQUÍ para leer la entrada referida a él), con un planteamiento realista y, a la vez sorprendente, de la nueva economía, creo que una visión esperanzadora para la etapa que se nos avecina podría estar enfocada, como él indica, a la constitución de microempresas (muchas de una sola persona emprendedora) que, sirviéndose de Internet y de la Globalización, exploten su talento generando riqueza a través de su creatividad, y no con una mirada meramente materialista; es decir, centrándose en disfrutar del proceso con estructuras horizontales, y no sólo en la obtención agónica de los resultados desde la competitividad. Así que, ahora más que nunca, si queremos que el mundo vaya por mejores derroteros, debemos liderar a nuestro jefe interior para desarrollarnos plena y felizmente.
Pero existirán también empresas con estructuras jerarquizadas, en las que un líder siga teniendo gran influencia sobre otras personas. Por tanto, ese líder, en esencia (y nunca mejor dicho, "en esencia") debería escudriñar en su interior y abrir sus ventanas de luz, quizás cerradas con persianas de miedos. Por el contrario, por muy preparado que esté académica y profesionalmente, si es opaco en la relación consigo mismo y con los demás sus hechos serán también “oscuros”; se rodeará de personas que estén en su mismo nivel de conciencia y, en ese sombrío ambiente, seguro que alguien sufrirá las consecuencias.

Creo que el reto de las empresas del futuro (y del presente) ha de ser constituirse en elementos de cohesión de las personas que las forman para que encuentren en ellas una oportunidad para su crecimiento personal y, de esta forma, del mundo.

La entrevista que nos ofrece hoy La Contra de la Vanguardia nos muestra el impacto de los líderes “en la salud física y psíquica de los empleados". Habla también de cómo “los estados emocionales son como un germen que se propaga", y propone que el mundo debería feminizarse en este terreno.

Aquí tenéis la interesante entrevista completa:

Kenneth Nowack, psicólogo, experto en inteligencia emocional

"Un mal jefe puede llegar a matar de estrés a sus empleados"

IMA SANCHÍS - 25/09/2009

Tengo 54 años. Nací en San Francisco y vivo en Santa Mónica (California). Casado y sin hijos. Dirijo una consultora especializada en gestión del comportamiento y soy profesor en UCLA. Soy judío, pero por encima de eso creo que cada uno debe buscar su motivo de existir.

¿Hombres y mujeres nos enfrentamos al mundo de forma distinta?
Las mujeres tienen una manera de enfocar la vida mucho más participativa, de inclusión y confianza en los demás.
¿Cuestión de hormonas?
Sí, se debe al péptido prosocial llamado oxitocina, sumado a las diferencias cerebrales y la socialización. Las mujeres bajo estrés muestran una respuesta única, diferente de la reacción típica de lucha o huida.
¿Hay más opciones?
Reaccionáis protegiéndoos vosotras mismas y a vuestra descendencia mediante comportamientos de cuidado y formando alianzas con un grupo social más amplio.
¿Ellos luchan o huyen y nosotras cuidamos y hacemos amigos?
Así es, las bases biológicas de la empatía y la confianza, según estudios recientes, apoyan la idea de que las variaciones en el nivel de oxitocina en hombres y mujeres se asocian significativamente con un aumento de la confianza, la colaboración, la empatía y el comportamiento prosocial de las mujeres.
Entonces las féminas lideran mejor...
Sí, vosotras sois más eficientes creando ambientes de participación, pero en cambio en dureza y determinación ganamos nosotros.
... Cuestión de bemoles.
Hoy tenemos claro que los líderes impactan no sólo en la productividad y lamotivación, tienen un impacto importante en la salud física y psíquica de los empleados.
¿Tener un jefe difícil afecta a la salud?
Pager y colaboradores hallaron valores elevados de presión arterial en empleados que trabajan bajo las órdenes de personas con escasa capacidad de liderazgo. Los malos jefes, los que provocan estrés, pueden llegar a matar literalmente a sus empleados.
Caray, sí que son peligrosos...
El cortisol mantenido (hormona que segregamos cuando estamos estresados) puede llegar a deteriorar órganos vitales.
Un neurólogo me dijo que una persona nerviosa puede influir en los otros aunque no abra la boca...
Conozco esos estudios sobre la emocionalidad contagiosa que demuestran que los estados emocionales son como un germen que se propaga, por eso en las empresas los líderes son los que marcan el tono. Pero, del mismo modo, una simple sonrisa provoca en el interlocutor una respuesta neurológica que le hace estar más abierto y dispuesto a colaborar.
¿Y si no sonríes, si no expresas nada?
Las hormonas espejo están preparadas para captar cualquier variación en la expresión. Su cerebro, incluso antes de que lo pueda pensar, está programado para detectar el peligro, así que eso que llaman instinto actúa antes que el raciocinio y te dice si puedes confiar en esa persona o no.
He conocido a individuos cuya sola presencia crea armonía...
Es un hecho fisiológico. Hay personas que segregan más oxitocina y los otros lo captan inmediatamente y, a su vez, se ponen a segregarla. Cuando tú percibes que alguien confía en ti segregas más oxitocina.
¿Hay gente que tiene el poder de cambiarnos fisiológicamente?
Hay estudios que demuestran que monjes budistas, con miles de horas de meditación, han tenido un cambio a nivel estructural cerebral y tienen mayores dosis de oxitocina y menos cortisol y, obviamente, esto afecta a las personas con las que en un momento dado se relacionan.
¿Lo que está dentro está fuera?
Sí.
Celebramos el día mundial de la Paz, ¿la manera de conquistarla es cambiando nuestro interior?
Sí, creo que es la única posibilidad.
¿Cómo bajar el nivel de estrés general, cómo segregar más oxitocina?
Pensar, sentir y comportarse como si tuvieras altos niveles de oxitocina. Yo hago un ejercicio muy simple cada día: en cuanto me despierto pienso en algo positivo y lo intento sentir. Luego me propongo hacer algo positivo durante el día para mí y para los demás. Eso, realizado a diario, te cambia. Y le daré una idea para combatir el estrés.
Fantástico.
Hay que cambiar la cinta de casete que nos suena en el cerebro. Pensar: ¿hay algo peor a esta situación que me abruma? La respuesta no varía: todavía estoy vivo. Hay que hacerse mentalmente resistente, eso te hace físicamente resistente.
Oxitocina, oxitocina, oxitocina…
Zas y colaboradores hicieron un estudio muy interesante: a 200 inversores les hicieron inhalar una dosis de oxitocina y compararon su comportamiento con el de personas control que inhalaron un placebo.
¿Y qué ocurrió?
Los que recibieron oxitocina fueron un 80% más generososymostraron la máxima confianza en el juego de inversión que se utilizó para medir la colaboración y la confianza. Este experimento demuestra que un aumento de oxitocina en el cerebro provoca un aumento en la colaboración, la confianza y el sentimiento de tratar a personas desconocidas como dignas de confianza.
Pues hagamos un perfume.
Sería perfecto e imposible. Pero yo no me esperaba que una hormona tuviera tanto efecto. Imagine que hubiera más oxitocina (confianza, compromiso, apertura) entre los líderes mundiales.

Hormonas de futuro

"Cada uno nace con cierta capacidad de felicidad, pero ese nivel se puede trabajar a través del pensamiento y, sobre todo, de los actos". Ha participado en el I Congreso Internacional de Liderazgo Femenino (Universitat Pompeu Fabra). Con su ponencia sobre neurobiología del liderazgo dejó claro que el liderazgo femenino, la oxitocina frente a la testosterona, es mucho más ventajoso para empleados y empresarios. Son 25 años estudiando la inteligencia emocional junto al profesor Goleman y transmite esperanza: "Creo que el destino de los humanos es librarse de la violencia, conseguiremos nuestro máximo potencial, del que todavía estamos muy lejos. El mundo debe feminizarse".
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Consulta: ¿Conoce alguien un contador de visitas que no incluya publicidad cuando las visitas aumentan? Gracias de antemano.

martes, 22 de septiembre de 2009

Silencia tu mente hasta la disolución de la forma


Reproduzco una parte de una entrevista realizada a E. Tolle por la revista Namaste, que me transmite mucha serenidad. Espero que tenga el mismo efecto en ti. Su mensaje va, como él mismo dice, directamente a la Fuente. Prestad atención a lo que he marcado en azul...
¿Cuál es el primer paso para acallar la mente?
Tomar conciencia de que esos espacios existen en un día normal. Estás mirando a un árbol o al cielo, a las nubes, y es un momento en el que no hay ningún pensamiento. Solamente la percepción y la conciencia a través de la cual la percepción sucede. Un espacio.
El primer paso consiste en darse cuenta de que, sin hacer nada, algunos espacios existen en mi vida. Después se pueden buscar esos espacios activamente. Yo recomiendo hacer cosas que uno hace normalmente como lavarse las manos, tomar un café, ir de aquí a allí, entrar en la escalera, subirse al ascensor… tomando conciencia de acto y del momento, sin hacer de ello un medio para un fin sino un fin en sí mismo. Lavarse las manos sintiendo el agua, el jabón, secarse las manos… Solamente la percepción y la conciencia.
Otra cosa que también recomiendo es cuando entras en tu coche, cierras la puerta y te quedas unos treinta segundos sin hacer nada, sentir el cuerpo, la vida dentro del cuerpo. No es mucho, 30 segundos, pero muchos de estos momentos en un día inician un cambio. Esos pequeños momentos en los que no pensamos sino que estamos conscientes sin pensar. Es más importante tener muchos momentos pequeños durante el día que estar en una meditación de media hora cada día y luego pasarse el día sin tener espacios. Entonces empieza un cambio, surge la conciencia no condicionada, la conciencia pura. Lo demás, los pensamientos, son una forma de conciencia condicionada por el pasado.
Casi toda la gente está atrapada en un sentido del ‘yo’ que depende de los pensamientos condicionados y una imagen mental que tiene de “quién soy”, o sea una identidad que depende de los pensamientos. Eso significa moverse por la superficie de la vida sin nunca ir más profundamente. Una vida de ese modo se hace muy insatisfactoria, siempre hay sufrimiento. Si tu vida se desarrolla solamente en la superficie del ser, que es cuando te identificas siempre con los pensamientos, entonces le falta la profundidad y sufres.
Si no soy los pensamientos ¿Quién soy yo?
No eres los pensamientos, eres el espacio desde el cual surgen los pensamientos. ¿Y qué es ese espacio? Es la conciencia misma. La conciencia que no tiene forma. Todo lo demás en la vida tiene forma. En esencia somos esa conciencia sin forma que está detrás de los pensamientos. Pero para experimentarlo es necesaria una experiencia de quietud interior. Si yo tengo solamente un momento en el día de quietud alerta que me da un sabor de lo que es, ya entiendo lo que es la conciencia no condicionada, más allá del pensamiento. Una persona que no tiene ese momento, ni siquiera un momento, no puede entender nunca de qué estamos hablando ahora. No lo entendería.
En el mundo espiritual, hay una corriente que tiende a utilizar canalizaciones, maestros, guías, etc. Sin embargo, tus enseñanzas son muy sencillas, muy prácticas. ¿Qué diferencia hay entre estas dos vías de conocimiento?

Como lo veo yo, esta enseñanza va a la fuente. Hay otras enseñanzas que van a un nivel intermedio que todavía tiene una forma. Hay muchos niveles y cada enseñanza tiene su lugar y la gente será atraída a la enseñanza que corresponde a su interior. Esta enseñanza no tiene nada que ver con la forma, va a la misma fuente del ser, y por eso es la más simple. Todas las intermedias son más complicadas y cuanto más cerca de la superficie, más complicadas, cuánto más profundas, más sencillas.

¿Has llegado a alguna conclusión de lo que hay después de la muerte?

De algún modo, casi puedo decir que he muerto ya porque si no estás identificado con la forma, lo que queda es lo eterno que no tiene forma. Entrar en eso conscientemente es encontrar la muerte antes de que la muerte te encuentre a ti (risas) y si entras ya en la dimensión que no tiene forma y has entrado en la muerte, te das cuenta de que lo que llamamos muerte en realidad es la vida, es la vida sin forma. La muerte es solamente la disolución de la forma y queda la vida, o lo que Jesús llama “vida eterna”. Por eso la muerte, incluso la muerte que sucede cerca de ti cuando se muere alguien, es siempre una posibilidad de realización espiritual. Detrás de cada muerte se esconde la gracia.

Alguien de "mucho peso"



Cuando, en una reunión de trabajo o en cualquier otro lugar, alguien dice que tal o cual persona tiene mucho peso, ya sea refiriéndose al poder de decisión, económico o de otro tipo, inmediatamente me le imagino con sobrepeso o, más concretamente, cargando ese gran poder material sobre sus espaldas. También visualizo a esa persona que habla con admiración de los “poderosos” corriendo tras ellos para engancharlos, aunque sólo sea con la punta de sus dedos.
Después me elevo y me siento como una suave y ligera pluma libre, incluso, de su propia forma…
Y esta entrada está forzosamente ligada a la que escribo a continuación...

domingo, 20 de septiembre de 2009

Recogimiento y lectura

El otoño lleva al retiro y a la lectura, pero también agita ese espíritu de renovación que todos tenemos, más acusado aún al comienzo de cada año, cuando nos proponemos reducir peso, avanzar en algún proyecto o aprovechar mejor el tiempo. Son conatos de cambio que unas veces prosperan y otras no, pero que nos avisan de que nuestra misión en la vida es evolucionar positivamente. El otoño nos pide que nos miremos por dentro, que nos serenemos después del loco verano y que nos pongamos las pilas para los meses de trabajo que tenemos por delante. Y para eso, para prepararnos conscientemente y sin miedos para afrontar la nueva temporada, nada mejor que tomar entre las manos un buen libro. Yo dejé este verano a medias uno muy interesante, precisamente porque no era su momento; como digo, en esa estación más que concentrarnos nos expandimos.



El libro al que me refiero es Desarrolla tu cerebro, de Joe Dispenza. Conocí a este autor en la película y el libro ¿Y tú qué sabes?, que también os recomiendo, y le seguí un poco la pista. Como estoy convencida de que cada cosa llega a su lugar cuando debe ser, esta obra me ha llegado ahora, en un periodo de bastante ebullición mental y creativa, y me ha reforzado aún más la creencia de que somos los dueños de nuestra mente y no sus esclavos. Es un libro muy voluminoso, así que comentarlo completo sería imposible (628 intensas páginas). Por eso, me centro en uno de los interesantes aspectos que analiza desde una óptica diferente: la herencia genética, su influencia en nuestra vida y nuestro papel en ello. Transcribo algunos párrafos tomados de distintas partes del libro, que considero hacen pensar y favorecen nuestro avance:

-“Nuestra herencia genética no es nuestro destino, tan sólo el depósito inicial de nuestro capital neurológico”.

- “Si elegimos contar únicamente con los circuitos que heredamos, caemos en la costumbre de ser nuestros genes”.

- “No olvides que eres una combinación de la genética de dos personas. Tal vez el pesimismo de tu padre quede anulado por el optimismo de tu madre”.

- “La gente opera como si sólo hubiera un modo de comportarse (…):“Oye, así soy yo. Eso es lo que hay” (…) deberían decir: “Oye, soy yo quien ha decidido activar los circuitos que heredé de mi madre y de mi padre”.

- “Si no aprendemos cosas y no experimentamos nada nuevo en nuestra vida, fabricaremos muy pocas conexiones sinápticas en el cerebro”.

- “El cerebro posee una elasticidad, una capacidad de desconectar antiguas rutas de pensamiento y de crear rutas nuevas a cualquier edad y en cualquier momento”.

"No eres más que un proyecto en curso. La organización de las neuronas cerebrales que te hace ser como eres sufre cambios constantes. (...). Las células cerebrales se reajustan y se reorganizan constantemente en funsión de nuestros pensamientos y de nuestras experiencias".
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Adjunto estos vídeos en los que Joe Dispenza habla sobre la remisión espontánea de la enfermedad en ciertas personas con graves problemas que la medicina no curaba (él fue uno de ellos). El libro trata ampliamente este asunto y las coincidencias que se dan en las personas que sanan de esta manera.





jueves, 17 de septiembre de 2009

Insistiendo en Albert Casals



Hace tiempo, a raíz de una entrevista que le hicieron en La Contra a Albert Casals (un joven catalán de 18 años, que lleva tres viajando por todo el mundo solo y en silla de ruedas), le dediqué una entrada, que titulé, valiéndome de sus propias palabras, “¡Qué sencillo es el mundo!”. Me pareció un caso especial, digno de mención y un ejemplo extraordinario de resiliencia. Ayer, en el blog La danza de la vida encontré este vídeo, en el que pude comprobar que Albert reúne todos esos valores de los que nos quejamos está falta gran parte de la juventud actual, enganchada al botellón y a otros “clavos”, quizá porque no encuentra en esta sociedad modelos de los que alimentarse para su adecuado desarrollo.

Quiero compartir con vosotros el análisis de algunas de las frases que dice en las respuestas de esa entrevista, que dan muestra de una solidez interior que para nosotros la quisiéramos muchos:

- “Sientes ganas de vivir aventuras”: tiene un propósito que le hace feliz.
- “La gente te acoge en sus casas y aprendes de todo”: tiene interés por aprender de todo y de todos.
- “Al principio me llevaba 3 €, ahora ya no me hace falta ni eso”: posee una mente próspera.
- “Soy feliz, hago lo que me gusta”: disfruta de lo que hace.
- “Está bien ser generoso y que la gente lo sea contigo”: tiene lo que da y da lo que tiene.
- “Intercambio ropa e instrumentos”: no tiene apegos y por eso es capaz de compartir y de recibir

No sólo disfruta de la vida, en libertad, sino que también ha aprobado la selectividad y ha escrito un libro, entre otras muchas cosas, supongo. Impresionante... Escuchadle, por favor.

sábado, 12 de septiembre de 2009

EL CÓDIGO DEL DINERO


Os recomiendo la lectura del libro El Código del Dinero, de Raimon Samsó, que acaba de salir a la venta. Se lo solicité a Ediciones Obelisco para reseñarlo en una revista del trabajo y, tras hojearlo, me pareció tan interesante que me lo llevé a casa para leerlo tranquilamente.

No es sólo un libro de economía, sino, sobre todo, de cambio de mentalidad hacia la prosperidad, que te puede conducir a “conquistar la libertad financiera”, y creo que a aplicarlo también a otros terrenos. Para muestra, os dejo 15 de los textos que he ido subrayando tan sólo en los 4 primeros capítulos ¡de un total de 50! Imaginaos lo que podemos aprender tras su lectura. Ahí van:

1. “En realidad, no creo que existan problemas, sino soluciones que no gustan”.
2. “He concluido que el dinero se hace en la mente”.
3. “Es perfectamente compatible que te vayan bien las cosas y hacer el bien a los demás”.
4. “El objetivo de este libro es desatar el coeficiente de inteligencia financiera en todos sus lectores. Lo que cada uno haga después es sólo su elección y responsabilidad”.
5. “El dinero ama a quien ama el proceso, no a quien ama el resultado. Una estrategia centrada en los efectos es tan absurda como esperar ganar la lotería si haber comprado el billete”.
6.“Los pensamientos son cosas (...). El dinero también es una idea, un concepto, así que deberías crearlo antes en la mente. Puesto que tienes capacidad para crear pensamientos puedes crear riqueza”.
7. “El dinero es un amplificador de tus creencias, expande aquello que ya está en ti. Si tu programación viene de una mentalidad pobre, el dinero escasea; si tu programación viene de una mentalidad rica, el dinero abunda. El dinero revela la idea que tienes de ti mismo”.
8. “Contar con una única fuente de ingresos es una temeridad. Depender de un empleo es un riesgo del que deberíamos protegernos”.
9. “Cuando consigues un empleo tienes que trabajar; cuando consigues un activo, éste empieza a trabajar por ti”.
10."El directivo que prepara un expediente de regulación de empleo no se da cuenta de que él puede ser el siguiente”.
11.“Trabajando ocho horas al día, con el tiempo llegarás a ser jefe y a trabajar doce horas al día. ¿Entiendes por qué el éxito de un empleado puede convertirse en un fracaso? Parece que nadie se da cuenta de eso”.
12.“La solución no es un sueldo mejor, sino una mentalidad mejor”.
13.“El consejo convencional es: “Ve a la escuela, licénciate en la universidad, busca un empleo seguro, trabaja duro toda la vida. Retírate”... Da escalofríos pensarlo”.
14. “Si revisas la lista de personas más ricas del mundo comprobarás que no lo son debido a su formación académica. Lo son por su actitud. Su actitud marcó la diferencia; y, sin embargo, cada día legiones de personas salen de su casa ávidas de diplomas (se enfocan al cien por cien a la aPtitud y cero por cien a la aCtitud)”.
15. El dinero, como todo, tiene un precio (...): coraje, creatividad, paciencia, imaginación, disciplina, esfuerzo, persistencia, confianza, voluntad de servicio y muchas otras cualidades que no todo el mundo está dispuesto a desarrollar”.


Promete... ¿verdad?

Escribí esta entrada hace unos días, pero, a medida que avanzo en la lectura de este libro voy encontrando más motivos para no soltarlo. Añado ahora, como colofón, este texto tomado de unos capítulos más adelante:

“En la era de la agricultura la riqueza era la tierra.
En la era industrial la riqueza era el capital.
En la era de la información la riqueza es la información.
En la era de la conciencia la riqueza será un nivel de conciencia superior”.


Si os interesa, podéis adquirirlo clicando en el título del libro dentro de esta entrada o AQUÍ



jueves, 10 de septiembre de 2009

Inútil gasto de energía


Cuanto más dormido o temeroso está alguien menos receptivo es, por ejemplo, a este tipo de conversaciones relativas a lo profundo. Hace tiempo no comprendía esto y me esforzaba mucho por hacer entender algunas cosas que consideraba iban a solucionar los problemas de algunas personas que me los confiaban. Ahora sé que muchos sólo quieren desahogarse, pero realmente no buscan soluciones (tendrían que poner algo de su parte, y eso… no). Aún así, de vez en cuando me traiciona el inconsciente y vuelvo a las andadas, y casi siempre me encuentro con estas dos situaciones y reacciones:

1. Alguien te cuenta un problema, del tipo que sea y, cuando crees tener fundamentos para ayudarle, tratas de hacerlo; te escucha (con los ojos fijos, pero no atentos, porque sigue rumiando su idea victimista) y, cuando has agotado tus argumentos, exhausta, sin que diera muestras de servirle de algo, repite automáticamente su retahíla de conflictos inicial, como si no hubieras dicho absolutamente nada, como si tus palabras fueran un paréntesis de humo entre su primer y último discurso; lo justo para que pudiera descansar de su queja. Poniendo un ejemplo prosaico de esto, hace unos días me decía una persona que no probaba bocado desde el desayuno a la comida del mediodía, y que no entendía por qué no adelgazaba. Le dije que debía hacer cinco comidas y otra serie de “consejos” que me habían servido y, después de todo mi discurso, me suelta: “Pues ya te digo, no como nada en toda la mañana y no sé por qué no adelgazo”:-))).

Es decir, que entiendo que quien no está abierto a cambiar sólo quiere soltar lo que tiene dentro, así que gastar mi fuerza en balde supone no respetarme.
2. Otro tipo de personas pone algo más de interés en lo que le cuentas, pero no admite que TÚ le vayas a enseñar algo, así que puede indicarte que lo que estás diciendo (aunque te estrujes el cerebro para relatar, lo más sencillamente posible, lo que has tardado en entender años) es "puro sentido común" o "pura lógica", que "lo sabe cualquiera…". Esta reacción es muy común en quién te ha conocido antes y después de tu cambio. Eres la de siempre...
Conclusión: Aplícate tus propios remedios, porque con el ejemplo ayudarás indirecta y efectivamente, incluso a quien no está en disposición de aprender.
Sin embargo, personalmente creo que es apasionante querer aprender y un privilegio tener de quien hacerlo. Hoy mismo, mientras me contaba una amiga una experiencia muy interesante, le decía yo : “¡Qué bien me está viniendo escucharte".

Y es que igual de absurdo que gastar inútilmente energía lo es desperdiciar interesantes vivencias que podemos compartir. Sólo hay que estar despierto y dispuesto a innovar.


martes, 8 de septiembre de 2009

La vida es justa


Hace unos días comentaba con un grupo de amigos una circunstancia que se había dado en el entorno de uno de ellos, a raíz de de la cual varias personas habían sufrido buenas y malas consecuencias. Algunos decían que la vida es injusta, que siempre ganan los poderosos, que los corruptos viven como quieren y que la miseria acecha a los más débiles; que la gente "mala" vive alegremente y que los buenos siempre pierden.

Esa percepción la hemos tenido todos en algún momento de nuestra vida, creo. Sin embargo, hoy día considero que todo es más lógico de lo que parece, que cada uno va obteniendo el “pago” de su esfuerzo y de sus buenas acciones y que también recoge tempestades cuando siembra vientos.

Estoy segura de que alguien pensará en personas que no se merecen las desgracias que viven como también lo pienso yo, pero, exceptuando esos casos que también tienen su explicación (aunque no podría describirla en una entrada, porque podría equivocarme y me parece una ligereza), la mayoría de los seres humanos tienen lo que dan y, antes o después, pagan o cobran los tributos en su justa medida.

-Si alguien no sabe convivir, se encontrará con la soledad.
-Quien roba será robado en algún aspecto (no sólo se roba lo material).
-El que engaña no disfrutará de la belleza de la verdad.
-El dictador nunca experimentará el respeto, sino el miedo.
El mal termina cayendo; el bien resurge y hace resurgir a quien lo practica. Como me decía alguien: "con lo bien que se vive haciendo el bien y lo mal que se vive haciendo el mal".

Eso sí, sé bueno también contigo, porque si te das un mal trato (si no te quieres) o permites que te lo den sufrirás también las consecuencias de ello y te verás obligado a recibir algunas lecciones hasta que experimentes la justicia de la vida.

viernes, 4 de septiembre de 2009

El primer recurso, el enchufe


Estoy escribiendo un tercer libro (del segundo pronto os diré algo), que versa sobre el trabajo, y recordaba la época en la que, terminada mi formación, buscaba un empleo, allá por la era cavernícola :-). Comparto con vosotros estas reflexiones, que seguro no os son ajenas ;-):

El primer escalón de esa etapa suele ser el de tratar de contactar con alguien que te “enchufe”, y aquí entran en juego los familiares: “Sí, hombre. ¿Te acuerdas de ese amigo mío de la mili que montó una fábrica de patatas fritas? ¿Por qué no le das un toque?" Y le dan el toque, y tú te imaginas con un gorro blanco en una cadena de montaje embolsando patatas, y mirando al reloj de salida, implorante. Pero, aún así, tienes la esperanza de que tu familia y sus conocidos te puedan seguir salvando. Lo cierto es que su intención es buena; ellos quieren ayudarte, aunque se les haya olvidado en el intento, por ejemplo, que tienes estudios universitarios, y que ¿por qué tienes que ponerte ese gorro?

Después, ya más sosegados, se dan cuenta de que ese no es tu camino, y se dirigen a aquel ingeniero que le debe una perrillas a tu padre por un trabajo que nunca pagó, con la excusa de que "ya nos veremos un día de estos del veraneo por el pueblo y saldamos deudas…". La cosa se quedó en ese “ya nos veremos”, así que, cuando se le requiere para echarnos un cable, en lugar de para reclamarle el importe, responde muy solícito, a ver si, de esa forma, se puede tomar las cañas sin esconderse. Asegura que tiene muy buenos contactos en el Ministerio de tal y que, en cuanto salga una plaza…, "ten por seguro que coloco a tu hija/o”. La plaza nunca salió, ni la deuda se saldó, pero, mientras tanto, te has pasado todo un verano saludando casi haciendo la venia a ese supuesto “generoso” ingeniero, que iba a dar la cara por ti “desinteresandamente”.

En fin, que tienes que encontrar trabajo y estás solo ante el “peligro”. No te van a buscar “colegio”, ni te ayudarán a hacer tus “deberes”, ni te reñirán si “suspendes”, porque todos dan por sentado que los que te esperan son otros nuevos problemas. Y, en cierto modo, la vida te ha ido haciendo entender que así es, lo cual no quiere decir que sepas aún cómo afrontarlos.

Al releer este último párrafo ya me he dado cuenta de mi error: he hablado de “problemas”. Ese es el verdadero problema, creer que todo lo que vaya a sucedernos lleva implícito un “problema”. Las personas mayores, cargadas con su maleta repleta del miedo que han ido acumulando (a fuerza de no reconocer que lo tenían), nos advierten de los riesgos; los medios de comunicación nos presentan la imagen desoladora de la economía, las finanzas y la desesperación general. Hay señales de alarma por todas partes, que nos indican que “lo bueno acaba” y, claro, con este panorama... nos colmamos de temores. Es decir, estamos negativamente preparados para alimentar el oscuro sistema que nos ha creado y en el que nos vamos a zambullir de lleno.
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Y hasta aquí… puedo leer :-)

martes, 1 de septiembre de 2009

Caminos equivocados


La gente cree que la culpa de la crisis es la mala gestión económica, pero, en realidad, detrás de ese concepto material del error está el verdadero motivo: el manejo deficiente de las emociones y las intuiciones, que lleva a tomar decisiones equivocadas desde el miedo y el puro materialismo.

Todo el mundo opina sobre el fracaso del sistema educativo, la bondad o maldad de las leyes al respecto; sin embargo, el verdadero conflicto educacional parte de la vulnerabilidad de muchos de quienes llevan las riendas del mismo sistema formativo y de la enseñanza a pie de calle, así como del desinterés de muchos de los padres, que envían a los chicos ya dañados afectivamente a las aulas.

Las personas suponen que los conflictos familiares proceden de las distancias generacionales, entre otras causas, pero su raíz es la gestión inadecuada de las relaciones humanas, la confusión de la escala de valores, la lucha por el poder, la herencia psicológica sin desentrañar y las actitudes interesadas.

Casi siempre se echa la culpa de la ruptura de una pareja a la diferencia de caracteres, a la infidelidad y al egoísmo. Y así es, como parte de la “culpa” tienen también las razones iniciales de los anteriores párrafos, pero... en la base del sufrimiento está la quiebra de la fusión amorosa, porque el ego fortalecido impide que uno vea en el otro su verdadero Ser.

Se confirma que las empresas van en declive, que no hay quien soporte la situación, porque no hay medios materiales que las sostengan, y se olvida el principal capital, imprescindible para elevar a la categoría de éxito cualquier derrota: el activo humano.

Se afirma que los políticos naufragan, porque toman decisiones erróneas en MATERIA DE... y así los problemas no encuentran solución, porque se “trabaja” para el bien particular y no unidos para el único fin: la aportación conjunta de ideas y esfuerzos, y eso sólo es posible desde un limpio nivel de conciencia, en el que los objetivos individuales se transformen en propósitos generales.

Los aspectos psicológicos, emocionales y espirituales -lo intangible- es lo que conforma lo tangible, todo eso por lo que nos peleamos constantemente... casi siempre con los ojos cerrados.