martes, 1 de septiembre de 2009

Caminos equivocados


La gente cree que la culpa de la crisis es la mala gestión económica, pero, en realidad, detrás de ese concepto material del error está el verdadero motivo: el manejo deficiente de las emociones y las intuiciones, que lleva a tomar decisiones equivocadas desde el miedo y el puro materialismo.

Todo el mundo opina sobre el fracaso del sistema educativo, la bondad o maldad de las leyes al respecto; sin embargo, el verdadero conflicto educacional parte de la vulnerabilidad de muchos de quienes llevan las riendas del mismo sistema formativo y de la enseñanza a pie de calle, así como del desinterés de muchos de los padres, que envían a los chicos ya dañados afectivamente a las aulas.

Las personas suponen que los conflictos familiares proceden de las distancias generacionales, entre otras causas, pero su raíz es la gestión inadecuada de las relaciones humanas, la confusión de la escala de valores, la lucha por el poder, la herencia psicológica sin desentrañar y las actitudes interesadas.

Casi siempre se echa la culpa de la ruptura de una pareja a la diferencia de caracteres, a la infidelidad y al egoísmo. Y así es, como parte de la “culpa” tienen también las razones iniciales de los anteriores párrafos, pero... en la base del sufrimiento está la quiebra de la fusión amorosa, porque el ego fortalecido impide que uno vea en el otro su verdadero Ser.

Se confirma que las empresas van en declive, que no hay quien soporte la situación, porque no hay medios materiales que las sostengan, y se olvida el principal capital, imprescindible para elevar a la categoría de éxito cualquier derrota: el activo humano.

Se afirma que los políticos naufragan, porque toman decisiones erróneas en MATERIA DE... y así los problemas no encuentran solución, porque se “trabaja” para el bien particular y no unidos para el único fin: la aportación conjunta de ideas y esfuerzos, y eso sólo es posible desde un limpio nivel de conciencia, en el que los objetivos individuales se transformen en propósitos generales.

Los aspectos psicológicos, emocionales y espirituales -lo intangible- es lo que conforma lo tangible, todo eso por lo que nos peleamos constantemente... casi siempre con los ojos cerrados.