martes, 2 de marzo de 2010

El pan de Rocío


Llevo años autoanalizándome, observando el comportamiento de otras personas, tratando de modificar lo que no está bien en mí, potenciando lo que creo que merece la pena; aprendiendo de todo, equivocándome -claro- y, en definitiva, descubriendo lo que escondía en misterio de la vida.
Y todo eso me ha resultado y me resulta apasionante. Además, tengo la suerte de poseer cierta facilidad para comunicarlo mediante la escritura, y ello me permite darle más sentido a la "búsqueda", porque siento que puedo ayudar a otras personas a entrar en este maravilloso viaje hacia lo profundo.
Me he preocupado mucho de la mente y el espíritu y... del cuerpo... vaya, siempre dejándolo en tercer orden. Pesumida siempre he sido y lo soy, pero de comer lo primero que pillaba y pillo, también :-). Pues bien, ha llegado el momento de comer más sano.

Y, para ir poco a poco, comienzo por leer las recetas de Rocío, que deja su huella por aquí de vez en cuando, y que hoy nos ha deleitado con un pan de de pueblo ecológico y casero, elaborado ¡por ella misma! (el de la imagen). Os aconsejo un paseo por su recetario para que disfrutéis, además, del arte y la gracia que le pone a las suculentas y sanas comidas mostradas en sus entradas.

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Nota: a falta de un panificadora, he elaborado en la olla rápida unas judías verdes con patata al estilo francés, que no se las salta nadie ni con pértiga. Me esperan en la mesa a que deje de juntar letras :-). Por algo se empieza.