domingo, 30 de mayo de 2010

Un baremo de la felicidad

Hace unos días, me preguntaba una persona que cómo saber si nuestras creencias, nuestro modo de pensar nos estaban llevando por buen camino, que mucho indagar, mucho desarrollar el talento, mucho leer y esforzarnos por aprender, pero que si no sería mejor dejarnos de tanta búsqueda y vivir sin más.
Le di mi opinión, que luego sinteticé en esta frase recogida en mi Twitter:

“¿Te sientes bien contigo? entonces vas por buen camino; ¿No es así? entonces cambia de dirección. Ese es el baremo”.

En caso negativo, el primer giro de la trayectoria puede estar en dejar de fijarse en los fallos de los demás, en su mal comportamiento para con nosotros, para el mundo en general, y posar la mirada en uno mismo. Poco habitual, pero muy necesario.
Ayer, me llegó este pasaje de Osho, que confirma mi creencia:

"Quiero que todos recordéis esto: Si cada vez estás más callado, más en paz, más tranquilo y calmado, eso es una señal inequívoca de que vas por buen camino. Si, por el contrario, cada vez te encuentras más incómodo, tienes más ansiedad, más angustia, sientes que te vienes abajo, eso es una señal inequívoca de que te has perdido.

Quiero que tú mismo te acuerdes de este criterio, porque es fundamental. No viene impuesto desde el exterior, no es arbitrario. Si observas las señales -silencio, dicha, una especie de paz que manifiesta comprensión-, podrás verlo muy claramente y no necesitas preocuparte en absoluto; estas cosas sólo pueden darse cuando vas por el camino correcto. Nunca suceden si te has perdido”.