lunes, 10 de septiembre de 2012

Balance de las Jornadas Conciencia con Ciencia


Bueno, pues el balance global de estas jornadas, a las que he asistido este fin de semana en Madrid, es  positivo. Voy por pasos:

De todos los ponentes, independientemente de su estilo, su tema, su maestría o su capacidad de comunicación, se desprendía lo esencial: el interés por ayudar a un auditorio totalmente entregado y la necesidad de transmitirnos lo experimentado en su propia vida. Mucho entusiasmo y sabiduría. No me extiendo en el contenido de sus charlas, porque la organización supongo que, como en otras ocasiones, las colgará en su página: http://www.concienciaconciencia.com/videos.html

Cito una sola frase, que me llegó muy dentro, la que repitió Jorge Lomar en su conferencia:

“Todos somos inocentes” (¡Cuánto amor y comprensión encierra!).

El público colaborador y atento. Todos sabíamos qué era ESO que nos unía. Quien sabe a qué me refiero no necesita más explicaciones 

¿Detalles de Amor en acción? uno simple, pero significativo: tenía sed y le pregunté a una persona que estaba bebiendo que dónde podía comprar agua cerca de allí; abrió el bolso y me regaló una botella con un “Toma, guapa”.

¿Otros detalles?:

- Gente que te hablaba en la fila de entrada con la naturalidad de quien no mira la apariencia, sino el fondo, porque sabe que es su mismo fondo.
- Una persona que te abraza sin conocerte, siguiendo las instrucciones del ponente, claro, pero sintiendo en ese abrazo verdad.
- Si había que meditar, se meditaba, pero si teníamos que bailar se bailaba, sin miedo al ridículo…

Me hizo una gran ilusión que se me acercaran un par de seguidores de este blog, que se habían inscrito también y que sabían que estaría por allí, porque lo anuncié en la anterior entrada. ¡Besos, guapos!

Uno de los oradores nos dijo algo, con una gran sonrisa, que a cualquiera le gustaría:

“Estoy seguro de que sois lo mejor de cada casa”, a lo que añadió: “Eso sí, cuando salgáis de aquí, sois unos bichos raros” :-)))

La organización buena, en tiempo y forma. Hubiera estado bien aire acondicionado, en lugar de los abanicos que nos regalaron, pero ¿Qué se puede pedir por el módico precio de la entrada aglutinando tanta sabiduría?