miércoles, 31 de octubre de 2012

Grandes niños ¿buenos?

A veces, hay que dejar de ser bueno para ser BUENO.

El amor por uno mismo es la base del amor por los demás. Si siempre, siempre obedecemos (siempre, niños buenos), tal vez no nos queremos. Entonces, esa "bondad" permanente puede estar más cerca del miedo que del amor. No es amor incondicional, sino amor condicionado.