sábado, 3 de agosto de 2013

La gente no cambia



Las personas que dicen que la gente no cambia suelen ser aquéllas que esperan que el cambio provenga siempre de los demás.

La esencia permanece, pero si uno se lo propone crece.
Son dos los ingredientes básicos: humildad para reconocer que de ti depende y disposición para investigar nuevas posibilidades en tu interior.

No es sólo un camino de rosas, pero en él vas hallando muchas bellas y olorosas, y el perfume que exhalan te anima a continuar, a aprender, día a día, a soñar.